Encandilan luces, viaje psicotrópico con Los Síquicos Litoraleños (Argentina/2018). Dirección: Alejandro Gallo Bermúdez. Elenco: Los Síquicos Litoraleños, Alan Courtis, Jorge Luis Fernández, Humphrey Inzillo, Dick el Demasiado. Guión: Alejandro Gallo Bermúdez, Santiago Van Dam. Fotografía: Hernán Luna. Edición: Federico Casoni. Sonido: José Caldararo. Distribuidora: 1923. Duración: 80 minutos. Salas: Gaumont.
Por Hernán Cortés
¿Quiénes son Los Síquicos Litoraleños? Transcurridos los primeros instantes de Encandilan luces... puede
pensarse que se trata de una banda inventada por Peter Capusoto o que
la propia película de Alejandro Gallo Bermúdez es un falso documental.
Pero no: Los Síquicos Litoraleños existen y son uno de los secretos
mejores guardados del rock argentino, si por rock sigue entendiéndose
-aun en estos adocenados tiempos musicales- riesgo y provocacion.
Durante
nueve años, Gallo Bermúdez siguió a este enigmático quinteto (tocan
disfrazados y no hay prácticamente testimonios suyos frente a cámara)
oriundo de Curuzú Cuatiá, Corrientes, que fusiona ritmos autóctonos como
el chamamé con sonidos psicodélicos. Casi sin pasar por Buenos Aires,
los Síquicos lograron cierto reconocimiento en los circuitos avant garde
internacionales (grabaron un disco producido en Estados Unidos y
giraron por Europa), donde los llaman "el Pink Floyd de los pobres".
Acompañado por una estética videoclipera deudora de MTV, Encandilan luces... -que pasó por el último Festival del Mar del Plata- intenta
desentrañar este misterio valiéndose de voces de habitantes de Curuzú
Cuatiá (que conocen al grupo pero no parecen entenderlo del todo),
amigos, periodistas especializados, músicos de chamamé y hasta algún Salieri
(corre la versión de que otro grupo correntino se apropió de algún tema
de los Síquicos). Pero también está la música de los protagonistas, y
allí se los ve desplegando su parafernalia psicodélica tanto en
improvisados recitales en parajes de tierra adentro como en reductos de
Holanda, Bélgica o Inglaterra (Gallo Bermúdez contó que tuvo que vender
su auto para acompañarlos en esa gira).
Pese a que
por momentos el documental maneje un tono en el que todo parezca un
gran chiste (hay una graciosa anéctoda sobre unos instrumentos
extraviados producto de un "cuelgue" con hongos, una radio tomada por
sonidos guturales y un vecino que jura haber visto un ovni), no deja de
ser cierto que algo se está cocinando en el noroeste argentino, y acaso
la música del futuro venga de allí. Creer o reventar.
martes, 9 de julio de 2019
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