Por Hernán Cortés
Alain (Guillaume Canet) es un prestigioso editor que, pese a valorar sus anteriores libros, rechaza la nueva novela de Leonard, un escritor algo errático al que lo une un vinculo de muchos años. El punto de partida de Dobles vidas servirá para ir adentrandose en elgunos secretos, mentiras y miserias de estos dos personajes: Alain tiene un affaire con una joven traductora de su editorial, mientras que Leonard -quien permanentemente juega con la autoficción en su literatura- engaña a su mujer con Selena (Juliette Binoche), esposa de Alain y popular actriz.
Integrante de la selección oficial del último Festival de Venecia, la nueva película de Olivier Assayas carga las tintas sobre lo que en Francia se denomina bobos (bohemio-burgués), aquel sector social de buena posición que orbita en torno a las artes y a la cultura. Pero más allá de satirizar los cotilleos del mundillo literario, el director también propone una reflexión sobre el avance de la cultura digital, los nuevos hábitos de lectura y los desafíos de la industria editorial frente a este contexto.
Pendulando entre escarceos sexuales y discusiones sobre e-books, en Dobles vidas se habla mucho (muchísimo), por los díalogos son tan ajustados y lúcidos que jamás abruman, sostenidos por un elenco que cumple con solidez. Una comedia interpeladora, que cuestiona (y se resigna) al actual estado de las cosas en la cultura.
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