Por Hernán Cortés
Pese a que el cielo se mantuvo amenazante en todo momento, San Pedro se apiadó de abrir la represa bastante después de la proyección de Las Vegas. Con una exhibición en Plaza Francia ante más de quinientas personas, la película de Juan Villegas inauguró ayer la vigésima edición del Bafici, que se extiende hasta el domingo 22 y contará con John Waters y Philippe Garrel, entre otros invitados. En simultáneo hubo otra función en el cine Gaumont para prensa e invitados.
Luego de un par de adaptaciones de novelas algo fallidas (Los suicidas, Ocio) y un documental sobre una cantante de tango (Victoria), Villegas retoma algunas ideas presentes en Sábado, su debut de 2001, y lo hace de modo más que saludable. Filmada en Villa Gesell, Las Vegas (complejo de edificios donde transcurre la historia) se centra en el reencuentro accidental de una ex pareja que va, cada uno por su lado, a despedir el año en la ciudad balnearia. Laura (Pilar Gamboa) se llega hasta allí con Pablo (Valentín Oliva), el hijo de 18 años de ambos, y Martín (Santiago Gobernori) hace lo propio con su nueva novia colombiana. Se suma al cuarteto Cecilia (Camila Fabbri), una guardavidas del lugar.
La película, acaso la más personal de Villegas (hay más de una referencia a la historia y la arquitectura gesellina, donde el director veranéa desde siempre) y con un humor absurdo que la acerca por momentos al cine de Martín Rejtman, explora los particulares vínculos que se dan entre gente que hace mucho que no se ve (y no terminó en buenos términos) y otra que recién se conoce. Los adultos no brillan por su madurez (buenas tareas de Gamboa y Gobernori) aunque nunca llegaría a considerarse a esta familia -mitad improvisada, mitad reconstruída- como disfuncional. Más bien todo lo contrario: aun con sus imperfecciones, resultan personajes queribles y entrañables. Auspiciosa campana de largada para el Bafici.
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