Por Hernán Cortés
Hace rato que en Latinoamérica el cine de terror dejó de ser un género marginal para convertirse en un terreno fértil para grandes producciones y figuras de renombre. El uruguayo Gustavo Hernández es un caso testigo de esta transición. Su debut La casa muda (2010), un pequeño furor dentro del circuito de festivales (llegó a pasar por Cannes) que hasta tuvo una remake hollywoodense, fue rodada en apenas cuatro días y contó con un presupuesto de 6000 dólares. Tras un segundo paso que no corrió la misma suerte (Dios local, de 2014), Hernández se valió ahora de múltiples recursos para dar forma a la flamante No dormirás, coproducción entre Argentina, Uruguay y España que se estrena este jueves. El elenco está encabezado por las españolas Belén Rueda y Natalia de Molina, Eva de Dominici, Germán Palacios, Eugenia Tobal y Juan Manuel Guilera.
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| No dormirás se presentó ante la prensa con la presencia del director y los protagonistas (Foto: Ale Saras) |
La película -que fue presentada ayer ante la prensa- propone una experiencia perturbadora. Una directora de teatro de vanguardia (Rueda) monta una performance en un hospital neuropsiquiátrico centrada en el insonmio de sus protagonistas. La premisa es no dormir, cueste lo que cueste, y ampliar la percepción de los sentidos. Bianca (De Dominici), una joven actriz que se incorpora al grupo, comenzará a sufrir los efectos colaterales de ese proceso al límite de la salud física y mental.
"La película está basada en una experiencia personal, tras un rodaje en el que pasé 48 horas sin dormir. Esto me llevó a investigar cómo el insonmio influye en los sentidos", explicó Hernández en la conferencia posterior a la proyección. El director también destacó los roles técnicos ("Tuve un equipo soñado, hubo un gran trabajo con la luz") y la atmósfera del antiguo orfanato que sirvió de locación ("Queríamos que se respiren los residuos de lo que había sido el lugar").
Pese a que no atravesaron la vigilia que representaban, las protagonistas reconocieron que hubo momentos donde los límites entre realidad y ficción se difumaban. "Fue un experimento interesante ya que Gustavo tenía muy claro qué contar", señaló Rueda, mientras que para De Dominici "fue un rodaje muy intenso. Es una película muy física y el lugar donde filmamos tenía una energía que se sumaba a la historia". Por su parte, Tobal agregó que "la historia tenía algo de lo que no podíamos escapar. Fue muy real, el cansancio existía".
Hernández definió a No dormirás como "una película sobre el sacrificio. Quisimos mostrar por lo que pasan los artistas, sean actores o directores, para lograr que su obra sea lo más perfecta posible" y aclaró que, a diferencia de sus trabajos anteriores, "aquí tuve que respetar un plan de rodaje y ajustar todos lo roles. De todas maneras, fue un pasaje muy rápido".
El director se reservó un parráfo final para el momento que vive el terror en la región: "El género sigue siendo subestimado, pero cada vez lo veo mejor, lo veo crecer año a año. Fíjense lo de Del Toro ayer (fue elegido Mejor Director en los Globos de Oro). A los directores es algo que nos permite jugar muchísimo: esta película, por ejemplo, tiene un toque dramático, otro onírico, otro más cotidiano. Hay grandes películas de terror, aunque lamentablemente son las menos las que tienen una distribución de este tipo".
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