Tópico habitual en el cine local, El Pampero, de Matías Lucchesi y que integra la Competencia Argentina, vuelve a mostrar al Delta del Paraná como un escenario oscuro y sórdido. Por la Competencia Latinoamericana, Andrés lee i escribe, de del chileno Daniel Peralta, sigue de cerca el derrotero un actor frustrado.
Por Hernán Cortés
La primera escena de El Pampero -un padre ignorando los mensajes que le deja su hijo en el contestador- da una pista del registro que mantendrá Julio Chávez durante toda la película, que por otra parte es el que habitualmente exhibe el actor cada vez que lo vemos en pantalla grande: alguien solitario, parco, adusto, con un evidente malestar interno. Aquí interpreta a Fernando, un hombre en esas condiciones y, por lo que se adivina, con una grave enfermedad a cuestas, quien para palear su angustia busca refugio navegando en el río Paraná con su velero. En lo que se suponía un paseo más, Fernando descubre a Carla (Pilar Gamboa) escondida en un compartimento, al parecer escapando de algo que la compromete. Ella le pide que la cruce a Uruguay, a lo que Fernando, tras algunas reticencias, terminará aceptando.
Pero lo que amaga ser una road movie iniciática al estilo de Ciencias naturales -el elogiado debut de Lucchesi- virará hacia una zona más sórdida a medida que ambos protagonistas internen en los brazos del Delta, donde entrará en escena un oscuro oficial de prefectura. Sacando partido de la capacidad gestual de los personajes (donde nunca conoceremos su pasado, ni cuáles son sus verdaderas intenciones), Lucchesi maneja hábilmente los climas de tensión, que se apoyan en una sólida fotografía y un acertado criterio de montaje. Promisorio segundo paso de un cineasta a tener en cuenta.
Un conflicto interior domina también al protagonista de Andrés lee i escribe. El Andrés del título es un cúmulo de frustraciones: imposibilitado de vivir de la actuación, trabaja como operario de una fábrica en el turno noche y lo más cercano a su vocación son pequeñas changas haciendo de paciente frente a pasantes de medicina. Y para colmo, con su amigovia tampoco las cosas van bien. La relación con una joven estudiante le dará a Andrés un punto de vista más optimista de la vida y acaso una manera de reencontrarse consigo mismo.
Con su compatriota Alberto Fuguet como referencia ineludible y una mirada desencantada (aunque algo elemental) sobre el ambiente artístico, Peralta logra una película con algún que otro momento cálido, pero da la impresión de que le falta un poco de solvencia en su planteo e interpretaciones. De todos modos, sirve como fresco del siempre sinuoso camino a la adultez.
- El Pampero se exhibe el 26 de Abril, 20:40 en Village Recoleta, el 27 de Abril a las 13:00 en Village Recoleta y el 30 de Abril a las 15:30 en Village Caballito
- Andrés lee i escribe se exhibe el 26 de Abril a las 23:00 en Village Recoleta, el 27 de Abril a las 14:45 en Village Recoleta y el 29 de Abril a las 18:00 en Village Caballito
miércoles, 26 de abril de 2017
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