jueves, 2 de febrero de 2017

La idea de un lago (Argentina-Suiza-Qatar/2016). Dirección: Milagros Mumenthaler. Elenco: Carla Crespo, Rosario Bléfari, Malena Moirón, Juan Bautista Greppi, Juan Barberini, Joaquín Pok. Guión: Milagros Mumenthaler (adaptación del libro "Pozo de aire", de Gaudalupe Gaona). Fotografía: Gabriel Sandru. Edición: Gion Reto-Killias. Sonido: Henri Maikoff. Distribuidora: Primer Plano. Duración: 82 minutos. Salas: Malba, Gaumont, Showcase Norte, Hoyts Unicenter, Hoyts Quilmes, Showcase Cordoba, Cines del Centro (Rosario).

Por Hernán Cortés

Resulta ingenuo a esta altura suponer que para hacer cine sólo se trata de contar una historia. Embarcarse en un producto audiovisual significa, por sobre todas las cosas, hacer testigo al espectador de algo a partir de imágenes y sonidos. Si tal disparador viene acompañado por una "buena" historia es otro tema. Desde los primeros instantes de La idea de un lago, Milagros Mumenthaler dejá más que claro que esta segunda premisa no es su prioridad. Su cine pasa más por la construcción de climas y la contemplación que por lo meramente narrativo. Sin embargo, pese a estas búsquedas y desafíos, da la impresión de que el objetivo escencial -interpelar a quien está del otro lado de la pantalla- no está logrado en su plenitud.


Cuatro años pasaron desde Abrir puertas y ventanas, el premiado debut de Mumenthaler (ganó el Astor de Oro en el Festival de Mar del Plata de 2011), que hacía foco en la orfandad de tres hermanas adolescentes. En su segundo opus, la directora vuelve a poner sobre el tapete un ausencia, remontándose esta vez a los años más tenebrosos de nuestro país y tomando como materia prima el libro Pozo de aire, de la fotográfa y poeta Guadalupe Gaona.

El presente de Inés (Carla Crespo) está atravesado por un pasado y un futuro emotivos: al mismo tiempo que prepara un libro de fotografías sobre su infancia, está embarazada de su primer hijo. Pero sus vínculos afectivos no están en su mejor momento: con su madre (Rosario Bléfari) no la une la mejor relación y del futuro padre de la criatura (Juan Barberini) está separada hace tiempo. El motivo del libro de Inés es mantener viva la memoria de su padre, desaparecido durante la última dictadura militar y sobre quien su esposa tendió un manto de silencio. Pero Inés está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias para saber qué ocurrió con él (llega a contactar incluso al Equipo Argentino de Antropología Forense).

Pese a que uno de sus méritos es despojar el enfoque del tamiz político para concentrarse en cómo impacta en la familia un hecho de estas características, no se trata de una propuesta con la que es fácil involucrarse. Acaso las razones sean un uso del flashback que antenta contra la organicidad de la trama y cierta frialdad en las interpretaciones. Lo que está fuera de discusión son los hallazgos visuales del film, que no son pocos y regalan la mejor la mejor escena: un surrealista baile acuático de un automovil.


        

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