Green Film Fest, claves sustentables desde la pantalla grande.

Desde hoy y hasta el miércoles 24, el festival ofrece catorce películas de temática ambiental. La sede será Cinemark Palermo.

Por Hernán Cortés

Pese a que este año cobró relevancia -en gran parte por la suba de los servicios públicos- una movida sustentable orientada al ahorro y al reciclaje, el Green Film Fest lleva siete ediciones pregonando estas y otras prácticas de concientización ambiental a través del cine. Impulsado por la productora Green Tara, el festival comienza hoy y se extenderá hasta el miércoles 24, y contará con catorce films que propuestas de sustentabilidad, energías renovables, consumo responsable, cambio climático y experiencias de referentes en el área. Al igual que otros años, la sede será Cinemark Palermo (Berutti 3399 - CABA).

 La historia de Greenpeace podrá verse en el Green Film Fest

Quizás porque la ficción aún no abordó con suficiencia estás temáticas, la grilla -que incluye también el cortometraje ganador del concurso Semillero- está compuesta casi en su totalidad por documentales. El ahorro de materiales y energía es tratado en el film francés Los nuevos modernos, sobre un grupo de personas que aboga por el fin del consumo indiscriminado. Landfill armonic, por su parte, sigue los pasos de una orquesta de jóvenes músicos paraguayos que toca con instrumentos fabricados con residuos. En tanto, la norteamericana How change the world aborda la historia de Greenpeace, desde los comienzos de la organización, cuando surgió como oposición al uso de bombas nucleares por parte de Nixón, hasta nuestros días.


Las películas del Green Film Fest provienen de diversas partes del mundo, por lo que también hay espacio para la producción local. Dirigida por Sergio Chiossone y Gastón Guevara, La vuelta al río es un cuadro de situación del Riachuelo -cuyas aguas contaminadas son un símbolo de la desidia estatal- a través de testimonios de quienes viven en su ribera y especialistas socio-ambientales. Y Peninsula Mitre, la tierra olvidada es un emprendimiento de los Joaquín y Julián Azulay, quienes registraron su travesía hacia el Faro del Cabo San Diego, en Tierra del Fuego, para surfear las olas más australes del mundo.