Por Hernán Cortés
Los números redondos siempre son una invitación para las revisiones y los homenajes. En el caso de La historia oficial, el convite resulta más que pertinente. Recientemente restaurada, la película de Luis Puenzo se reestrenará en nuestras salas este jueves 24 de marzo. La fecha no es azarosa: se cumplen cuarenta años del nefasto día que marcó a fuego a los argentinos, pero también se conmemoran las tres décadas del Oscar que obtuvo el film en el rubro Mejor Película Extranjera (el primero que ganó nuestro país, tras la nominación de La tregua, en 1974). El recorrido y los premios en otros festivales lograron que La historia oficial haya sido vista por casi dos millones de espectadores desde su primer paso por los cines, en 1985.
Héctor Alterio y Norma Aleandro, en una de las escenas de La historia oficial |
"Es el testimonio de una época que, lamentablemente, no terminó. Fue un deber de ciudadanía; en ese momento, para que mucha gente se entere de lo que estaba pasando, y ahora, para mantener viva la memoria de aquel entonces", dijo Norma Aleandro en la conferencia posterior a la proyección. La actriz, que en el momento de la filmación volvía al país luego del exilio, reconoce haber tenido miedo de llevar adelante el proyecto, que se realizaba con el terror aun acechando.
Los protagonistas de película, durante la conferencia de prensa del reestreno |
Analía Castro, que interpretaba a Gaby, hija de la pareja protagónica, hoy está alejada de la actuación, pero recuerda "todo lo que pasaba detrás de cámara, los técnicos tirados en el piso". Y agregó que si bien le resulta raro verse en pantalla, más de una vez pensó volver a los escenarios. "Ahora quiero ver la película con mi hija, que tiene quince años y conoce la historia", remarcó. Por su parte, Patricio Contrerás, que encarnaba a un profesor con ideas de izquierda, calificó al film como "un documento insoslayable".
Puenzo aclaró que no le tocó "ni un fotograma" a la película y que suscribe cada detalle realizado con Aleandro, Alterio y Contreras. "La película está vigente por mérito propio, pero también por falta de méritos del país. Aunque Argentina es uno de los países que más hizo por juzgar a sus genocidas, hay cosas que no cambiaron", agregó.
Aquí, un extracto de la conferencia donde el director explica como surgió el proceso de restauración:
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