martes, 1 de diciembre de 2015

Secreto de una obsesión (Estados Unidos/2015)Dirección: Billy Ray. Elenco: Chiwetel Ejiofor, Julia Roberts, Nicole Kidman, Dean Norris, Michael Kelly, Lyndon Smith, Zoe Graham, Don Harvey. Guión: Billy Ray, Eduardo Sacheri. Fotografía: Daniel Moder. Edición: Jim Page. Sonido: Emilio Kauderer. Productora: Gran Via Productions / IM Global. Duración: 111 minutos. Salas: .

Por Hernán Cortés

Tras la fallida experiencia de Criminal, la remake norteamericana de Nueve reinas filmada en 2004 (un fracaso artístico y comercial), no se podían evitar ciertos reparos al conocerse que Hollywood volvía a poner los ojos en una película argentina exitosa. En esta ocasión, la elegida fue El secreto de sus ojos y el encargo para Billy Ray. Hay que decir que la adaptación de la ganadora del Oscar extranjero en 2010 -que a su vez era una versión de la novela de Eduardo Sacheri-, pese al inevitable "morbo" de la comparación, se sostiene por peso propio.


Titulada en castellano como Secreto de una obsesión, al igual que en la película de Campanella hay un asesinato no resuelto en su momento y una investigación retomada muchos años después. Si el "héroe" de la versión argentina era un oscuro secretario de juzgado (interpretado por Ricardo Darín), aquí Chiwetel Ejiofor encarna a Ray Caston, un oficial del FBI de la sección antiterrorismo (la trama tiene su punto de partida poco después del 11S) que recibe el dato de la aparición de un cuerpo en una mezquita, el cual resulta ser de la hija de su colega y amiga Jess (una Julia Roberts a cara lavada). También habrá un amor platónico, en este caso entre Ray y joven jueza llamada Claire (Nicole Kidman), un fiel compañero del protagonista y un sospechoso protegido, ya que se trata de un soplón de los propios servicios de inteligencia.

El uso de la linea temporal del film es bastante fiel al original, alternado entre el presente (trece años después del asesinato, tiempo en que Ray no pensó en otra cosa) y el pasado, pero sin impedir que el relato fluya. Una pequeña diferencia resulta ser que la damnificada pertenece al entorno del protagonista y encima es mujer (en El secreto de sus ojos era el externo Pablo Rago), por lo cual, en el histérico vínculo entre Ray y Claire, se deja entrever una pizca de recelo por parte de esta última. Por su parte, en la recordada escena con el plano cenital de la cancha de Huracán, la alocada persecución por las gradas sigue en pie pero el estadio del Globo es reemplazado por uno de beisbol.

La performance del trío protagónico es tan sólida que prácticamente no hace extrañar a Darín y compañía, y si se deja de lado el ejercicio de sopesar ambos films, nos encontramos con una versión bastante digna y técnicamente impecable. Sin embargo, una forzada licencia del guión hace que el final no resulte lo impactante que debiera ser. Una pena, ya que le faltó ese último toque para estar a la altura de su inspiradora.


0 comentarios :

Publicar un comentario