Por Hernán Cortés
Fueron la pareja de bailarines de tango. Primero desde las pistas y luego ya desde los escenarios, Maria Nieves Rego y Juan Carlos Copes constituyeron una sociedad artística y sentimental que duró casi cuatro décadas y fue reconocida mundialmente. Presentada en la Competencia Nacional del último Festival de Mar del Plata y con Win Wenders a cargo de la producción ejecutiva, Un tango más reconstruye vida y obra de esta dupla a través del relato de sus protagonistas y algunos elementos de ficción.
Ambos octogenarios pero con una lucidez envidiable, Nieves y Copes recuerdan aquellos bailes porteños donde se conocieron (y se enamoraron) y cómo posteriormente el tango pasó a ser una forma de vida, con la consagración en Broadway como corolario de su trayectoria. También se ahonda en la crisis de la relación, donde, a pesar de prácticamente no hablarse, siguieron actuando juntos. Los testimonios están complementados por coreografías a cargo de jóvenes discípulos que interpretan a la pareja y que al mismo tiempo son sus entrevistadores.
El único reproche que se le puede hacer a este sobrio documental es su excesivo énfasis en la historia de Nieves (su origen humilde, su maternidad postergada, su eterna abnegación), relegando a Copes a un rol casi despótico. Fuera de estos cotilleos de alcoba, Un tango más tiene más de un momento de belleza, como las mencionadas coreografías o los cenitales planos de atardeceres porteños que aderezan el film.
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