miércoles, 2 de diciembre de 2015

Por Hernán Cortés

Tuvo algo de espectáculo de rock: entradas agotadas muy rápido, un público no mayor a los treinta años y muchas alusiones al sexo y a las drogas. En una sala desbordada de gente, el director franco-argentino Gaspar Noé brindó ayer una master class (si se le pudo llamar así) como parte de la Semana de Cannes que tuvo lugar en el cine Gaumont, donde el día anterior se exhibió Love, su última película.


La prensa especializada ha calificado a Noé como un provocador nato, rol en el que el realizador parece sentirse cómodo. "Un preservativo usado": así definió un diario francés a Love. Su reciente film despertó polémica a partir de una importante cantidad de escenas de alto voltaje erótico (penetraciones, masturbaciones, eyaculaciones y demás variantes de sexo explícito en primer plano), similares controversias que habían generado sus trabajos anteriores. Todavía hay a quién se le revuelven las tripas con solo ver el famoso plano secuencia de Irreversible (2002) donde Mónica Bellucci es violada y asesinada en un pasillo de subte.

Presentado por Thierry Frémaux, moderador de la charla, como "un autor y un cinéfilo", el hijo del artista Luis Felipe Noé dio detalles de su particular forma de trabajo y respondió preguntas de sus fervorosos seguidores. Noé se reconoce más efectivo bajo presión ("Yo trabajo mejor en la urgencia. La adrenalina genera buenas ideas") y cuenta que siempre mandó sus películas a Cannes al filo del cierre ("Thierry vio una versión de Love casi sin terminar, la incluyó en el festival, y después la película tuvo seis cortes más").

También habló sobre su economía de guión y su preferencia por actores desconocidos: "Irreversible tuvo un guión de siete hojas y ésta uno de diez. Improvisamos mucho los diálogos. Los ensayos se filman y, si sale algo bueno, va directamente a la película. Me sentiría mal imponiéndoles yo un diálogo a los actores". Si bien suele trabajar con actores no profesionales, cuenta que dio con la pareja protagónica de Irreversible (Monica Bellucci y Vincent Cassel) por casualidad: "Estaba en una disco y me encontré con Vincent. Medio borrachos, hablamos de trabajar juntos y yo le propuse hacer lo que hoy sería Love, que en realidad era un proyecto previo a Irreversible y que tenía que ver más con mi vida: sexo, drogas y rock and roll. Pero eso quedó postergado y terminaron actuando en Irreversible." Además, reconoce que "si trabajás con gente famosa se te abren más puertas".

"Para Love -dice Noé- busqué actores solteros, sin compromisos. Porque cuando están en pareja, empiezan a filmar y después tienen quilombo. Me gusta cuando hay relaciones humanas no verbales. En la película vi secuencias que había visto en la vida pero no en la pantalla".

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