jueves, 18 de septiembre de 2014

Conviene aclarar de entrada que no es un emprendimiento fácil el que se propuso Walter Tejblum para su documentalMalka. Casi de casualidad, investigando el pasado de su familia, el director se topó con la existencia de la Zwi-Migdal, una organización formada por judíos polacos que traían engañadas a mujeres judías de Polonia y del resto de Europa para prostituirlas en Buenos Aires entre 1900 y 1930. Es decir, judíos explotando a mujeres de su propia religión. Dentro de esa red, emerge la figura de Malka Abraham, una chica de veinte años que pudo escaparse y establecerse en Tucumán durante la década del 30, donde siguió prostituyéndose para sobrevivir.


A Tejblum le interesó en particular la historia de esa chica, una especie de eslabón perdido del que prácticamente no hay registros más allá de los mitos a su alrededor dentro de la colectividad. La información de la que se vale para desentramar la madeja son apenas unos escasos documentos que acreditan el paso de Malka por Tucumán y -fundamentalmente- el testimonio de quienes escucharon hablar de ella, más sujetos a la leyenda que al conocimiento certero. No parece ser suficiente, pero así y todo Tejblum está dispuesto a tirar del hilo todo lo que pueda.
Es allí donde se produce el cruce de versiones de las que el espectador es testigo al mismo tiempo que el director. Para algunos, Malka no era solo una prostituta díscola sino una poderosa madama que regenteaba su propio establecimiento. Para otros, había amasado una enorme fortuna que donó a la Kehila tucumana y a una prestigiosa escuela. Alguien mencionará que se trataba de dinero mal habido y que no había que considerarla una benefactora, pero otro afirmará que por poco era una santa y concedía milagros. Tampoco están claros los motivos por los que en 1957 fue asesinada.

El director trabaja con rigor periodístico: averigua in situ (viaja a Tucumán), indaga, sopesa datos, interroga con precisión. Sin embargo, el problema principal de Malka (que podría haber sido una buena materia prima para un informe televisivo) es su puesta. Al tratarse de un documental compuesto  -ya que los archivos son casi nulos- en su mayoría por cabezas parlantes, el espectador debería tener una referencia de quiénes son los entrevistados (se presume que son historiadores, rabinos y referentes de la colectividad, pero es insólito que no figure ni un zócalo aclaratorio). Por otro lado, la la edición algunos testimonios -redundantes sobre un mismo tema en algunos casos, inconexos entre sí en otros- puede hacer decaer el interés en la historia.

De todas maneras, es un mérito que Tejblum -originalmente productor- eche luz sobre un caso que, si bien data de casi un siglo atrás y no se llegue a una conclusión definitiva sobre quién fue Malka en realidad, merece ser descubierto en épocas donde la trata de blancas -lamentablemente- sigue estando a la orden del día.

Malka se estrena hoy en las siguientes salas:
Cine Gaumont, BAMA y Artecinema Constitución
Esta semana también en el interior del país:
ESPACIO INCAA UPCN – Sarmiento 471 sur – San Juan (18/9)
ESPACIO INCAA Cine Teatro Arteón – Sarmiento 778 – Rosario – Santa Fe (18/9)
ESPACIO INCAA TRELEW – 9 de Julio 655 – Trelew – Chubut (19/9)
ESPACIO INCAA TRELEW – 9 de Julio 655 – Trelew – Chubut (20/9)
ESPACIO INCAA UPCN – Sarmiento 471 sur – San Juan (20/9)
ESPACIO INCAA TRELEW – 9 de Julio 655 – Trelew – Chubut (21/9)




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