El huemul es un ciervo
autóctono que corre serios riesgos de extinción. Algunos expertos le dan solo
un par de décadas de vida. Esa alarma suena en Ladislao Orozco, un mapuche
patagónico que, ante la inminente desaparición del animal, sale a su búsqueda.
Junto a su amigo Naza, Ladislao se interna en los inmensos parques nacionales de
Bariloche para, al menos, encontrar un ejemplar.
Este es el punto de partida de Buscando al huemul, documental
dirigido por el ítalo-argentino Juan Diego Kantor que se estrena este jueves.
Sin embargo, la pregunta central llega con el film bien avanzado. “¿Para que
buscás un huemul?”, le espeta Naza a Ladislao. “Para verlo. Nunca ví uno”,
responde, tan lacónico como certero. Acaso Ladislao suponga que la extinción
del ciervo sea una metáfora sobre el destino de su propia estirpe.
Muñidos de apenas un mapa, un libro de historia y una
rudimentaria cámara fotográfica, los dos compinches atraviesan montañas y
valles a caballo siguiendo -literalmente- las huellas del huemul. Entre su
andar cansino y sus diálogos monocordes, la dupla recuerda por momentos al Don
Quijote y al Sancho Panza de Honor de cavallería, película de Albert Serra
celebrada y vilpendiada por partes iguales. Quizás ese mismo efecto
provoque Buscando al huemul, pero el
film de Kantor es algo más que lo que pueda reclamar cierto público (una trama
en la que “pase algo”). Por ejemplo, hay que destacar el gran trabajo de
fotografía -mérito de Lucas Pérez-, que se ve reflejado en los abundantes
planos generales del paisaje sureño.
De tratarse de una película de ficción, uno esperará
saber si Ladislao y Naza logran o no su cometido. Pero esa circunstancia -que,
de todas maneras, no revelaremos- resulta anecdótica. Buscando al huemul es, ante todo, un viaje hacia el
origen y la identidad.
Buscando al huemul se estrena este jueves en el
cine Gaumont (Rivadavia 1635 – CABA)
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