El mayor desafío para un documental sobre un suceso
familiar es lograr la universalidad del tema abordado. En otras palabras, que
lo propio también resulte interesante para el espectador. En el caso
de Mika, mi guerra de España, un libro y un
parentezco abren una ventana para obtener, de primera mano, el testimonio
de una participante de la guerra civil española.
Mika Etchebehere
fue una militante trotkista nacida a principios del siglo XX en nuestro país.
Junto a su marido Hipólito emprendió un peregrinaje revolucionario que, además
de recorrer la Patagonia argentina, París y Berlín, la encontró en 1936
resistiendo el avance del franquismo en Madrid.
Por lo que ellos mismos llaman “caminos curiosos e
inimaginables”, Fito Pochat y Javier Olivera -ambos sobrinos nietos de
los Etchebehere- se toparon con un ejemplar de Mi guerra de España, donde Mika narra su
experiencia en primera persona. De ahí a querer contar esa historia hubo un
solo paso.
Con
el aporte de Arnold -sobrino directo de Mika e Hipólito- en calidad de
baqueano, los directores replican el trayecto de sus tíos, intercalando
imágenes de archivo y párrafos del libro leídos por la actriz Cristina Banegas.
Pero el núcleo central del documental es la voz de su protagonista, que es
rescatada a través de dos entrevistas en 1973 y 1984, cuando la revolución
había quedado allá lejos, aunque que el recuerdo estuviera mas vivo que nunca.
Allí
nos enteramos que, durante la guerra civil, Mika pasa a ser capitana, no tanto
por voluntad propia, sino por el fallecimiento de su compañero. Que una mujer
esté al frente de una tropa, por mas que sea una rareza, no significó nada para
sus subordinados: “No me veían ni como un hombre ni como una mujer”, cuenta.
También, que en un momento le aconsejaron desistir (“Nadie entendía cómo una
extranjera esté luchando por la liberación de España”) y regresar a Paris, cosa
que hizo, pero al poco tiempo ya estaba otra vez en el frente de combate.
Mika, mi guerra de España es, a pesar de todo, una historia de amor. Como muestra
vale el pasaje del libro donde Hipólito se lamenta, ocupado su lucha, “no poder
comprarle ni un vestido” a Mika. Quizás el lema de la pareja haya sido “Dentro
la revolución, todo; fuera de la revolución, nada”.
Mika, mi guerra de España, de Fito Pochat y Javier Olivera
Se estrena el jueves 6 en las salas Gaumont y Malba
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